Lic. Alberto Diaz*
El hombre se entiende en un contexto, dentro de una comunidad con una historia propia y un futuro por construir. En ese sentido, el hombre es en la medida en que se abre a los otros, se inserta en una cultura con normas, valores, costumbres, creencias, y participa críticamente en su transformación.
Ahora bien, las sociedades cambian y, en la actualidad, con mayor rapidez. Sus miembros, para enfrentar con capacidad de decisión responsable dichos cambios, necesitan una visión consistente de hombre, un conocimiento sólido de sus raíces culturales y una percepción clara de las tendencias significativas que se van afirmando en la sociedad.
Una realidad así, cada vez más exigente, globalizada y diferenciada a la vez, requiere un modelo de ciudadano abierto, participativo, crítico, tolerante y solidario.
Cada vez más, la educación, en cuanto "proceso de transmisión, consolidación, creación y recreación de la cultura es el resorte fundamental del desarrollo del individuo y de la sociedad. Su responsabilidad es múltiple y compleja. De ella depende el acercamiento crítico de los sujetos al conocimiento del arte, a los valores y las normas, a las costumbres y las tradiciones.
La educación se realiza implícita y explícitamente, a través de la palabra y de los hechos, desde la casa y desde la escuela, por medio de las instituciones y los medios de comunicación. Este contexto hace que los educandos se enfrenten a múltiples mensajes, muchas veces contradictorios, especialmente en lo que a normas y valores se refiere. Esto supone un serio conflicto y, consiguientemente, un gran desafío, en particular para la familia y la escuela, obligadas, por tal motivo a actuar mancomunadamente.
La cultura tiene que ver con el conocimiento, hoy indispensable para formar parte de la sociedad. Dicho conocimiento, para ser válido, debe ser amplio y significativo, actualizado e integrado, teórico y práctico. Supone el dominio de contenidos, pero más aún de las estrategias y actitudes que aseguren su adquisición. La interacción entre conceptos, actitudes y procedimientos es indispensable para que se haga efectivo el saber. Además, es necesario subrayar que el saber se expresa de diversas formas- conocimientos científico, filosófico, artístico, teológico - todas ellas valiosas y complementarias. Tenerlas en cuenta y cultivarlas ayuda a la persona a agudizar la mirada sobre sí mismo y sobre el mundo.
Una educación significativa requiere una tarea pedagógica didáctica adecuada, cuyo eje es el proceso de enseñanza-aprendizaje. En este proceso es fundamental la centralidad del educando como sujeto único, en permanente evolución, con intereses y capacidades diferenciados que va entrando en contacto con el mundo y tomando conciencia de él. En este sentido, el aprendizaje aparece como un itinerario personal, gradual y progresivo, ligado a su mundo conceptual, afectivo y motivacional en el que él debe ser el protagonista. Pero abierto al intercambio, la confrontación y el aprovechamiento de las capacidades del otro.
La enseñanza debe acompañar e impulsar este proceso promoviendo la reflexión, el surgimiento de interrogantes, la actitud crítica fundamentada, la apropiación, integración y transferencia de los conocimientos y, con ello, el respeto y la valoración de las diferencias.
Por tales razones iniciativas y actividades como las que adelanta el DEPARTAMENTO DE TRADICIÓN FOLCLORICA, adscrito al CELLUNERG y del cual formo parte, van dirigidas a preservar, fomentar y exaltar los más sublimes valores del llanero y de todo lo que la llaneridad implica.
El funcionamiento del DEPARTAMENTO DE TRADICION FOLCLORICA .se concibe como un instrumento para impulsar la búsqueda y promoción en el sistema educativo de las raíces de nuestra cultura, suponiendo también una renovación metodológica en cuanto al tratamiento de los temas y acercándose a las concepciones actuales de la psicología del aprendizaje; permitiendo reunir y documentar toda una serie de tradiciones culturales (música, juegos, artesanía, leyendas y otras) ligadas a las características específicas de estos alumnos.
Además este proyecto se inclina en hacer aportes significativos para el desarrollo del socialismo que se viene impulsando como proceso de cambio estructural en Venezuela. Entendiéndose este como un movimiento, con raíces históricas, sustentadas en los patrones culturales de la población autóctona, enriquecidos por las tradiciones, originadas en el marco de la civilización occidental, que alimentaron el proceso de integración de nuestra comunidad política y la estabilización del Estado.
*Cantate, locutor, investigador cultural.
Fotografía: Llanero, Redoma Industrial de Barinas (Arturo Alvarez D'Armas)
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