Adolfo Rodríguez
He leído con delectación tanto el trabajo de José Obswaldo como el nuevo ensayo del profesor Camps Vega y me propongo hacer comentarios cuando pueda. Soy lento de por sí y más aún cuando hay asuntos que, harto tiempo, me guiñan desde el escritorio. Pero complace observar lo saludable que ha sido este aporte de JOP desde su covacha orticeña como el de un inquieto intelectual formado en historia universal y conocedor de tantos ámbitos, incluyendo el llanero. Será ejercicio placentero dedicarle atención a cada una de las vertientes en que ambos discurren. El blog de CELLUNERG puede enorgullecerse por capitalizar disquisiciones que, más que polémicas, resultan refrescantes para quienes las lean.
Los Teques, 19 de Febrero del 2009
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