sábado, 28 de mayo de 2011

LA CÍTARA DE APURE

Argenis Méndez Echenique
Cronista de San Fernando de Apure.

Los primeros tiempos de la Venezuela Republicana fueron difíciles no solo en lo político, lo social y económico, sino también las otras áreas del quehacer humano. Catorce años de guerra habían dislocado toda la gerencia, administración y producción de recursos. En el campo intelectual, apenas se publicaban algunos ensayos y poemas sueltos en los periódicos que se publicaban en algunas de las ciudades venezolanas, pero la generalidad de tales órganos informativos eran de efímera permanencia. Por ello no debe extrañar que el PRIMER POEMARIO publicado en Venezuela sea “La Cítara de Apure ó Melodías del Desierto, escrito por RAFAEL AGOSTINI, personaje de relevante actuación en la vida pública regional y nacional, como ya se verá más adelante, haya aparecido en 1844, editado por D. Salazar, en la Imprenta Boliviana, en Caracas, publicada en dos volúmenes. El periódico caraqueño El Americano publicó la Cítara de Apure, en cinco entregas, en septiembre de 1856. El mismo Agostini, que axtúa de prologuista de su propia obra, dice: Hace dos lustros que yo emitía, imprimiendo en un periódico (el Argos de Carabobo) varias composiciones poéticas, kos conceptos siguientes: Hay pocos, o ningún poeta entre nosotros; el dulce canto de las Musas no resuena en nuestros valles; y las bellas artes y las letras apenas tienen unos pocos aficionados en este suelo de gloria y de esperanzas. Nos absorbe enteramente la política, y nada nos encantan los placeres de la imaginación (p. 2). Aún cuando se suponía no había afición por la literatura, la Cítara fue acerbamente criticada, porque la poesía que se leía en Venezuela seguía los patrones españoles y franceses; pensándose que no podía existir una producción literaria propia. Sin embargo, como antecedente histórico esta pieza es invalorable. 

¿Quién era Rafael Agostini?.
Este ilustre personaje había nacido en Puerto España, isla de Trinidad, hijo del corso Simón Agostini. La carta que envió Agostini en 1833 al Gobernador de Caracas, haciendo solicitud de naturalización aporta importantes datos sobre su vida (Troconis de Veracoechea, 1986, 71-72):

Señor Gobernador:
             Santiago Rafael Agostini respetuosamente a Vuestra Señoría digo: Que he nacido en la isla de  Trinidad de Barlovento, de legítimo matrimonio de Simón Agostini, natural de CÓRCEGA, y María de Hospedaliz de Agostini, natural de la dicha isla de Trinidad. Mis padres poseyeron por muchos años en la Provincia de Cumaná bienes territoriales que perdieron, como tantos, en las guerras que siguieron a la declaración de independencia. Desde el año 31 estoy enel país, he recorrido gran parte de él y habiendo comprado en el Cantón de Valencia un propiedad raíz con el objeto de establecerme en esta República en donde pienso ejercer mi profesión de abogado, deseo obtener en ella el título de Ciudadano.
El artículo 10 de la Ley de 4 de julio de 1823 exige que yo pruebe mi buena conducta durante el tiempo que he permanecido en este país: muy fácil me será cumplir con esa obligación. Los señores Francisco Javier Yánez, Francisco Rodríguez del Toro, Bernardo de Herrera, Santiago Mariño, Wenceslao Urrutia, Francisco Avendaño, Fernando Peñalver, Bartolomé Palacios y otros muchos pueden dar a Vuesta Señoría los informes que Vuestra Señoría juzgue necesarios o sobre el país de mi anterior naturaleza o sobre mi familia, o mi conducta privada hasta el presente día y me lisonjeo que sean satisfactorios. Acompaño el documento de que consta la propiedad que he adquirido en el territorio y por el cual estoy redimido, conforme al artículo 7º de la ley sobre naturalización de extranjeros, de la residencia exigida por el Artículo 6º de la misma.
Por tanto atentamente, suplico a Vuestra Señoría se sirva recibir las justificaciones que tengo ofrecidas, tomar los informes que crea oportunos y añadiendo de su parte el que le parezca justo y conveniente remitir mi solicitud al Poder Ejecutivo de la República.
Caracas, 18 de marzo de 1833. 4º y 23º. Santiago Rafael Agostini.

Una vez presentados los testigos correspondientes, Agostini logró su carta de naturalización, pocos días después, el 27 de marzo de 1833. Agostini se había vinculado a Apure desde la década de 1830, cuando llega desde Valencia, en compañía de Rafael Carabaño. En Apure contrae matrimonio con una dama de Cunaviche (Margarita Márquez Arana), hermana de los generales Rafael y Diego Márquez (Castellanos, 1977, 12), de las familias más rancias de la región araucana. Agostini logró alcanzar poco antes de la Guerra Federal una alta figuración política, tanto a nivel regional como nacional. Se había desempeñado como diputado a la Asamblea Provincial en 1836, ocupando la presidencia de dicha corporación legislativa; de 1843 a 1845 actuó como diputado al Congreso Nacional en representación de la provincia de Apure. En 1849 se desempeñó interinamente como secretario del Interior y Justicia y luego de Relaciones Exteriores, bajo el mandato del general José Tadeo Monagas. En 1858, se desempeñó como vicepresidente de la Gran Sociedad Federal de Caracas. Figura como integrante del Congreso Nacional en 1864.
En 1835, Agostini escribió el Primer Proyecto de Código de Procedimiento Civil venezolano, que presentó al Congreso Nacional, pero el mismo fue archivado; sin embargo en 1844 lo volvió presentar y fue discutido en varias sesiones. Ese mismo año publicó en Caracas, en dos tomos, su poemario Cítara de Apure o melodías del desierto, considerado como el  primer texto de esta naturaleza publicado  en Venezuela.En su periódico El Diablo Asmodeo (Caracas, 1844), así como en otros órganos de la prensa de la capital, utilizó los pseudónimos de Agapito Canelón, Asmodeo, Inistoga, Chacute, Luistoga, El Príncipe Ventosista. También fue redactor de El Liberal (1845) y de El Patriota (1846), ambos en Caracas. En 1851, publicó Pláticas de Asmodeo sobre todas las cosas pasadas, presentes y futuras. En 1852, publicó en París, Chants d’Inistoga ou échos du desert y en 1855, en Caracas, Código de amor. En 1857, formó parte del cuerpo de redacción del periódico El Foro, junto a Juan Vicente González y Luis Sanoja. Rafael Márquez, en sus apuntes autobiográficos (Castellanos, ibídem), dice que su cuñado había participado en la política del país desde 1846, en las filas liberales, y este mismo año sostuvo la candidatura para presidente de la República del general José Félix Blanco. En 1850 apoya desde su periódico Asmodeo, al general Santiago Mariño que tenía iguales aspiraciones políticas. En 1851, desde la redacción de La Voz del Patriotismo, promueve la candidatura del dr. Francisco Parejo a la vicepresidencia de la República.
Agostini, junto al médico Toribio González, actuó como comisionado de paz en Apure para 1858, pero fue acusado de hacer proselitismo a favor del Partido Liberal por lo que fue destituido. Luego es apresado por su participación en el movimiento armado contra Julián Castro conocido como La Galipanada, el 16 de agosto de 1858, y en octubre de ese mismo año es expulsado del país junto a Guzmán Blanco y otros personajes liberales (Machado Guzmán, 2002, t. I, 195).
Después de finalizada la Guerra Federal se radica en Caracas, donde se dedica a la docencia de los idiomas en el colegio de señoritas que regentaba Antonia Esteller, en Caracas. Allí muere, probablemente a mediados de los años 60.
Se deduce que la influencia de la campaña proselitista de Agostini en Apure tuvo sus frutos y fue uno de los tantos factores que llevaron a la gente de Achaguas a crear hacia 1855-1856, un grupo o círculo de opinión llamado Sociedad Joven Achaguas, al igual a como debe haber sido decisiva la presencia en ella, del general liberal y masón Juan Pablo Duarte, el exiliado prócer forjador de la República Dominicana (honores póstumos del señor Marcelino Muñoz, 1856, 27-31). Agostini no figura en la nómina de integrantes de la mencionada sociedad, pero es más que probable que habiéndose educado en Europa, donde permaneció 14 años de su vida, haya tenido información de la labor realizada por Giuseppe Manzini hacia 1832 en su cruzada a favor de la integración de la República italiana a través de una agrupación de corte liberal llamada “Joven Italia”, y haya trasmitido esta experiencia a la gente de Apure. Aunque en Venezuela existen referencias a otras organizaciones similares: una Sociedad Joven Mérida, por ejemplo, en 1854-1855, presidida por el trujillano Eusebio Baptista y el barinés Miguel Nicandro Guerrero, hijo del general Miguel Guerrero, de grato recuerdo en Apure por haber alojado en su casa de familia al Libertador Simón Bolívar en 1818  (Méndez Echenique, 2000, 45). Este tipo de institución tuvo vigencia en el mundo a mediados del siglo XIX y parte del XX, épocas en que se habló de una Joven Internacional Comunista, de una Joven Argentina, de una Sociedad Joven Cuba y de una Asociación de Jóvenes Etíopes, entre otras, que según las ideas de Saint-Simon (socialismo utópico), con marcadas inclinaciones por el liberalismo económico y la industrialización como medio para acabar con la miseria de los pueblos.