Adolfo Rodríguez
A propósito de la ponencia “Llaneros de jeep o de caballo” de J, Montilla
Mientras no hubo el caballo investido de llanura orinoquense y alguien que lo montara –indio, afro, blanco o mestizo- no existió el llanero de la Orinoquia o colombo-venezolano. De allí que sea una neoetnia a partir de etnicidades que asumen el caballo llanerizado.
Los habitantes del Llano que se valen de otros medios en qué andar, desplazarse, ser o actuar, son acreedores de otras etnonimias si su transfguración es satisfactoria. Ocurre con los vegueros. E ignoro si han cristalizado ya los yiperos o cualquier otro con el designativo que más guste o ajuste.
Otra sí:
Gallegos, lúcido o intuitivo, hace decir a uno de sus personajes que llanero es llanero hasta la quinta generación, insinuando que cualquier etnia consolidada es detentadora de tal fuerza o trascendencia, como para hacerse extensiva a como dé lugar. La herencia, entre otras vías. Incontables son los modos de adscribirse a las culturas que nos simpatizan.
Como dice Montilla: “llaneros para todos los gustos”, sin excluir a quienes jamás han montado ni montarán a caballo. Ni tampoco, a mi parecer, a quienes sólo saben de este mundo, por voces interpuestas.
Toda etnicidad, por procedencia primaria, se hace de los más inimaginables respiraderos para persistir, por el simple derecho que les da saberse únicas e irrepetibles.
Nota del Administrador: la ponencia a la cual hace referencia el profesor Adolfo Rodríguez en esta nota puede leerse en la siguiente dirección: http://cellunerg.blogspot.com/2010/08/llaneros-de-jeep-y-de-caballo.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario