miércoles, 30 de septiembre de 2009

La música llanera como factor integracionista


ALBERTO DIAZ

CELLUNERG.









Arpa, cuatro, maracas y buche, cuatro elementos que combinados producen un sonido muy particular: música llanera.

Para comprender esto hay que tratar de conocer los que es el llano, territorio que comparten Venezuela y Colombia y que comprende mas del 65 % de la superficie de Venezuela y 45% del territorio colombiano.

El llanero, hombre que habita estas tierras, abierto, locuaz, otras veces callado, receloso, dice un dicho llanero “el corazón del llanero es amplio como la sabana”, lo que si es cierto es que el llanero conforma junto a la llanura, su canto, su caballo y su sombrero una unión inseparable, que hacen de este personaje un ser muy particular.

El llanero canta al amanecer, antes de salir el sol frente a la dura faena del ordeño, mientras galopa en su corcel, durante el arreo del ganado, en la doma del potro, en la hierra, si está triste, cuando está alegre, en fin el canto y el llanero van siempre juntos.

Joropo: Identidad Llanera. Autor: Alberto Baquero Nariño.


“El joropo es representación de los llanos en función del prototipo de trabajo, hombre-caballo-vaquería en una amalgama que define una simbiosis perfecta, expresiva además de un modo de ser que raya entre una nostalgia solitaria y una alegría desafiante, altiva, sencilla, ingenua, bucólica. La cuna del trabajo no se presenta con frecuencia en la cultura popular. Veamos: si bien la cumbia “es” la costa Atlántica colombiana, cabría preguntar: Cuál es la relación entre ese ritmo caliente, esta danza exquisita y el trabajo cotidiano del costeño? Ninguna; refleja si todo un modo de ser, al igual que sucede con el bambuco, el torbellino o la guabina, en la región andina de Colombia. El joropo, en cambio, explicita un modo de ser, un modo de trabajar y de vivir”


Se dice que la música llanera tiene sus comienzos como expresión total, en Venezuela, comparto esto, porque en Venezuela se grabó el primer disco cantado, se organizaron los primeros conjuntos llaneros y se conocieron los primeros cantores, pero el llano es el mismo, por lo tanto es muy difícil decir con precisión donde nace el primer canto llanero.

Ya que hemos visto muy someramente lo que son los llanos y los llaneros,- dejo esto a los historiadores, quienes tienen suficiente tela para cortar respecto a esto y me da miedo meterme en estas aguas profundas, sin ser buen nadador-, paso a lo que realmente me ha movido a presentar este trabajo: La música llanera como factor de integración entre Venezuela y Colombia.

En tiempos atrás, en los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado, la música llanera era interpretada solamente con el instrumento mayor es decir el arpa, aunque en algunas regiones era la bandola, dicen algunos estudiosos que en las regiones que eran bañadas por grandes ríos, predominaba el arpa, y en las regiones donde no se podía llevar el arpa, por ser difícil transportarla a lomo de caballo, predominaba la bandola, la cual era de fácil transportación, a estos instrumentos se le sumaban el cuatro, las maracas y el buche, llamando así al grito del llanero, se decía en el llano cuando un cantante tenia la voz recia, “ese si tiene buen buche”,es bueno recordar que en esos primeros tiempos solo se interpretaba el joropo, seis por derecho, -que es afinación por mayor- y el pajarillo -que es afinación por menor-, se podía pasar toda una noche oyendo a los músicos tocando y un cantante que se le dice coplero, que todo lo que cantaba era improvisado, muchas veces vivencias de la faena diaria, que unas veces llamaban corrío, otras pasaje, era común escuchar las expresiones: te voy a sacar un corrio o voy a sacar un pasaje, refiriéndose a algo que había pasado o sucedido,. En los albores de los años sesenta, con la llegada de Juan Vicente Torrealba y sus torrealberos, comienzan a escucharse canciones ya no tan “apuradas” rítmicamente sino que se le da a las canciones una cadencia mas romántica y es ahí cuando se le empieza a llamar a ese ritmo PASAJE y es en este momento también donde aparece primero el contrabajo y luego el bajo como instrumento acompañante.

Todo esto comienza con la emigración a Caracas, capital venezolana, de unos cuantos llaneros encabezados por Pedro Emilio Sánchez, quien graba el primer disco titulado Seis por derecho, el canario de Apure, Don José Romero Bello, quien se convierte en un verdadero baquiano de los llaneros en la capital, Juanito Navarro, Melecio García, El Indio Figueredo primer arpista conocido, y muchos otros que escapan de mi memoria, pero que junto a estos fueron los que dieron a conocer la música llanera en la capital y por ende en el resto del país, luego llegan Loyola, El carrao de Palmarito, el Catire Carpio, Juan Chiquito, Juan del Campo, Francisco Montoya, Jesús Moreno, cabe mencionar que Loyola llega a Caracas de la mano de Juan Vicente Torrealba.

Todo este movimiento da como origen que la música llanera haya sido denominada como la música nacional, folclor venezolano, aunque nuestro folclor es variado y extenso, pero el tesón y la lucha incansable de estos llaneros, muchas veces sin el reconocimiento que se merecen, dieron como fruto que hoy cantantes como Reinaldo Armas, Luís Silva, Jorge Guerrero, y muchos otros, recorran Venezuela, parte del territorio colombiano y mas allá, interpretando nuestro lindo joropo y nuestro variado y a veces romántico pasaje.

Es a finales de los cincuenta y comienzos de los sesenta cuando comienzan a escucharse en emisoras llaneras colombianas, especialmente en Villavicencio, a los pioneros de este género donde cabe mencionar a: Ángel Custodio Loyola, Nelson Morales, quien por cierto vivió un tiempo en Bogotá, Francisco Montoya, Jesús Moreno, José “catire” Carpio, Adilia Castillo, llamada la doña del llano, entre otros, ya en Arauca y Casanare, por estar más cerca de los llanos venezolanos, se conocía y se escuchaban esos cantantes.

Llegan a Villavicencio, capital del nuevo departamento del Meta, unos llaneros araucanos encabezados por Miguel Ángel Martín, David Parales, siendo aún un niño, y en mi concepto el mejor arpista de Colombia, Héctor Paúl Vanegas, Álvaro Coronel Mancipe, conocido como Bayiyo, y muchos otros, quienes llevan el arpa por primera vez a esta región y desde entonces comienza a desarrollarse un movimiento de crecimiento que hasta ahora no ha parado, convirtiendo a Villavicencio en la ciudad musical llanera de Colombia Y Venezuela


Historia de los festivales


Es en Colombia, específicamente en Villavicencio, donde comienza realizarse este tipo de encuentros, en el año de 1.960, con motivo de la elevación del Meta a departamento, el maestro Miguel Ángel Martín, crea el primer torneo internacional del joropo, con la participación, naturalmente, de Colombia Y Venezuela, en ese primer encuentro quedaron finalistas El carrao de Palmarito y un joven araucano que ya se perfilaba como una verdadera figura, Rafael Martínez Arteaga, quien mas tarde sería conocido como El cazador Novato.

Dice el maestro Miguel Ángel Martín en un escrito en 1975 en la revista “Festival Nacional de la Canción Colombiana” lo siguiente:


“Que nos conociéramos, colombianos y venezolanos, amantes y cultores del joropo; que Villavicencio fuera el amplio escenario que recibiera los mejores artistas de nuestro folclor y que mostráramos en esta extraordinaria fiesta llanera, la riqueza creadora de nuestro pueblo; fueron los propósitos que tuve en cuenta, al fundar el Torneo Internacional del Joropo”


En Venezuela no era tan relevante este tipo de encuentros, era mas importante el cantante como figura central, sin embargo en Guanare se crea el festival Internacional El silbón, donde se califica no solo la voz, sino que la interpretación de los instrumentos, el baile y el poema, comienzan a tomarse en cuenta también en estas competencias y vienen de Colombia participantes, pero principalmente noveles.

Pienso que en Colombia, por razones que comprendo ahora, después de compartir y vivir por mas de 18 años en ese hermano país, se van haciendo cada día mas necesarios los festivales, los llaneros colombianos, se han dado cuenta que solo conociendo las raíces, aprendiendo de donde venimos, pueden darse a conocer en el resto de Colombia, donde otros ritmos, otras expresiones musicales son mas conocidas, y una forma, es por medio del intercambio con los venezolanos, que están unos escalones mas arriba en lo que respecta al folclor llanero, aunque algunos no acepten esto, por eso desde los años sesenta se ha venido en aumento estos encuentros de verdadera confraternidad colombo-venezolana.

Hoy en día se realizan en territorio colombiano y venezolano, no solo llanero, diferentes festivales con la presencia de artistas de ambos países, cabe destacar los encuentros que desde hace muchos años se realizan en Arauca y Puerto Carreño.


La radio factor importante


En Venezuela, por ser el folclor llanero la música nacional, es difícil para muchos aceptar que en otro país se cante, se baile y se interprete el joropo al igual que en nuestro territorio, por eso hemos sido celosos al respecto, pero ante la realidad, poco a poco se ha venido dando cabida en las diferentes emisoras radiales y televisivas a interpretes colombianos, ya es común escuchar a Orlando “El Cholo” Valderrama”, Juan farfán, Elda Florez, Juan Harvey Caicedo, locutor muy conocido en Colombia pero que no es llanero, interpretando los poemas del maestro Héctor Paúl, Joaquín Rico y muchos mas que ya son aceptados por los amantes de nuestra música, como buenos interpretes.

Es bueno recordar que a comienzos de los años ochenta, no era posible escuchar un cantante colombiano en la radios venezolanas, a excepción de algunos que esporádicamente se escuchaban como Juan Farfán, mas que todo en la frontera apureña, Dumar Aljure con su catira casanareña y naturalmente el Cazador Novato, quienes muchos aún lo creen venezolano.

Fue en radio Rubio primero y luego en Radio Táchira, una emisora que salía con su señal desde San Cristóbal, y que la dirigía un hombre enamorado de Colombia: Eleazar Silva Malavé, nativo de las tierras guayanesas, quien en contra de todos los presagios creyó que la música llanera podía tener acogida en esa región, donde la hora se daba con música vallenata, y comienza un programa donde el locutor era Ricardo García, gocho, pero que dirigido por Eleazar, dio lo mejor de él, para que ese programa se convirtiera en un paladín, en una verdadera lanza, que penetró en lo mas profundo de los corazones tachirenses, convirtiéndose en poco tiempo en unos de los programas de mayor audiencia y mayor facturación en la radio del Táchira: ese programa se llamó y se sigue llamando:

“Romance, copla y sabana”

Debido a que esta emisora salía no solo, en onda larga, sino también en onda corta o mejor llamada onda internacional, comenzamos a recibir comunicaciones telefónicas y cartas, desde territorio colombiano reportando la sintonía del programa, y en muchos de los viajes que Eleazar realizaba a Colombia, recibía palabras de aliento para que siguiera con el programa, esto de alguna manera sirvió para que se comenzará a radiar canciones de interpretes colombianos, eso si, esto trajo también consigo las llamadas de oyentes protestando por que colocaban a colombianos en ese programa de música venezolana.

En una oportunidad en que Radio Táchira realizaba una transmisión de basquetball femenino, y que yo cantaba en un conocido local de la ciudad de Barinas, mientras comentábamos Eleazar y yo sobre el programa surgió la idea de organizar un festival internacional de música llanera en San Cristóbal, aprovechando que la emisora cumplía 50 años, luego de que Eleazar me pidiera que me encargara de la organización artística, él se encargó de hablar con el dueño del grupo radial, el señor González Lovera, quien inmediatamente brindó todo el apoyo a la idea, de esa manera nació el primer Festival Internacional La Voz del Táchira.

En esa oportunidad vinieron, por primera vez, de Colombia mas de 30 artistas y una delegación de periodistas de prensa y radio, y durante tres noches se cantó el joropo en tierras venezolanas con sabor colombiano, entre el jurado por Colombia nos acompañó el maestro Miguel Ángel Martín y por Venezuela el poeta Alexis Heredia y la doctora Aurora Díaz de Sánchez.

Este escenario sirvió para conocer a la que luego se convertiría en la mejor cantante y compositora de los llanos colombianos: Elda Florez, también pudimos ver y escuchar a Aries Vigoth, quien es el mas conocido de los cantantes colombianos junto a Cholo Valderrama, Miriam González, Manuel Orozco, verdaderas figuras que hasta ese momento eran desconocidos para los venezolanos,

Desde ese momento, en mi modo de ver, comienza la verdadera integración, ya que hasta ahora solo se realizaban encuentros internacionales mayormente en Colombia y muy pocas en Venezuela, pero de aquí en adelante comienzan a participar y a invitar cantantes colombianos como Joaquín Rico, Carlos Rico, Elda Florez y otros, al Festival Internacional La Voz del Alma Llanera, que se realiza en San Fernando de Apure, y a diferentes festivales que se realizan en el centro y en el oriente del país.

De igual modo en Colombia, desde Bogotá, Pedro Barreto, Jaime Alberto Riaño, Julio Rubio, y desde los diferentes departamentos especialmente en Arauca Luís Guedez y en Villavicencio, Álvaro Coronel Mancipe, Julio Eduardo Santos, Jairo Solano, entre muchos, hacían integración desde sus programas radiales, por eso pienso que la radio ha jugado papel preponderante en este proceso integracionista.

A manera de comentario, en el mes de noviembre de 2007 mientras los presidentes de nuestros países se decían barbaridades en televisión, un grupo de llaneros colombianos y venezolanos nos reuníamos en Arauca en un encuentro de escritores en la mas completa hermandad, de igual manera cuando se produjo el incidente en carababo nos encontrábamos en Villavicencio en el desarrollo del festival, incidente que no alteró en nada el desenvolvimiento del evento.

Hoy en día podemos decir con propiedad que no existen fronteras que separen los llanos colombianos de los venezolanos, solo fronteras políticas, sin embargo falta mucho por hacer al respecto, necesitamos que las autoridades de ambos países tomen medidas para agilizar trámites que faciliten los intercambios folclóricos, o una vieja aspiración de todos los llaneros que diariamente trabajamos con nuestro folclor común: que se implemente un pasaporte cultural, ya que cada día, se hacen más presentes los intercambios culturales tanto en suelo venezolano como en suelo colombiano.

Lo anterior queda confirmado en una nota del libro “Sociología y vida social” del cual es coautor YOUNG KIMBALL, donde dice lo siguiente:


“La delimitación de áreas regionales no solo tiene que ver con factores físicos, económicos y políticos, sino con la subcultura del área total. Si la región (como queremos), ha de convertirse en una unidad vital dentro de la (estructura) y organización del país, deben estar inspirados sus habitantes por la conciencia de que poseen tipos subculturales comunes. Mientras las regiones no desarrollen las actitudes, instrumentos y valores característicos de la solidaridad de grupo y la acción común, sus aspectos económicos y políticos serán superficiales en gran parte. Para que la estructura social sea efectiva, hay que poner interés en elaborarla.

A partir de estas premisas visualizo yo, el nuevo llano, que será, sin duda, un llano grande, un llano diferenciado pero unitario; unido ciertamente por su historia común, por la comunidad de sus instituciones, por gente de unas mismas raíces, unos mismos afanes, un solo paisaje, pero, ante todo, unidos para siempre por un mismo destino”


Soy un convencido que la verdadera integración se hace por medio de la cultura, ya que la integración comercial y política depende de muchos factores, puntos de vista e intereses de los gobiernos de turno, y naturalmente de los grandes capitales, pero las expresiones culturales no podrán nunca ser cambiadas y los llaneros iremos por siempre unidos por nuestro llano, por nuestra música y por algo mas importante aún, por los lazos sanguíneos, vínculos afectivos y relaciones de pareja construidas a través de la música y en pro de ella, como es el caso particular de Gladys y yo. Por lo tanto se ha hecho y se seguirá haciendo verdadera integración así, y solo así, por medio de la cultura llanera que nos une.

Y termino con este pasaje que hice en el año 1984 a orillas del río Arauca, sobre el puente José Antonio Páez



DOS PUEBLOS Y UN MISMO SUEÑO



I

Río Arauca, río de ensueño

Que divides dos naciones

No comprendo las razones

Si pisan un mismo suelo (BIS)

No pueden haber fronteras

Si están bajo el mismo cielo

Los bañan las mismas aguas

También los mismos recuerdos

Y luchan por mantener

A este llano tan señero(BIS)


II

Solo le pido a mi Dios

Que estos dos pueblos hermanos

Vayan siempre de la mano

Luchando por el folclor(BIS)

No pueden haber fronteras

Si hay un solo corazón

Sueñan con l a misma luna

Y bailan un mismo son

El del joropo tramao

Entre tiple y el bordón (BIS)



Imagen tomada de http://juanchoa.blogspot.com/2009/03/que-bonita-es-la-musica-llanera.html

No hay comentarios: