“CUANDO MUERE UN CRONISTA, SIENTE DOLOR
POR: FELIPE HERNANDEZ G.
PROFESOR TITULAR. UNESR
NÚCLEO VALLE DE
El domingo 05 de abril de 2008 fuimos ingratamente sorprendidos por el cronista de Cantaura, el historiador Rafael Dum, quien a través de un mensaje telefónico nos informó de la muerte del amigo, el escritor, poeta, antropólogo de profesión y cronista oficial de la ciudad de Puerto
Hablar de Guillermo Bass-Méndez es hablar de las virtudes de un cronista en el más elevado grado de esa profesión. Oficio asumido como un apostolado que lo indujo a cumplir a plenitud la preservación de la memoria histórica del espacio vital donde se aquerenció, legándole a la posteridad el invalorable testimonio de su propia historia, con la esperanza de que el porvenir se afiance en el cariño y en el sentido de pertenencia que a veces le falta a los hijos de la ciudad a la cual sirvió con desprendimiento y apego. Así está recogido en sus Crónicas Portocruzanas I y II. Porque Guillermo Bass-Méndez era monaguense de nacimiento, de la población de San Antonio de Capayacuar, paisano de la profesora Alicia Borthomieur, su media hermana, quien también ha dado mucho como docente y como cronista, la historia de esa población del estado Monagos.
Conocimos a Guillermo Bass-Méndez en el año
También como cronista vino al Guárico invitado por mí, a participar como ponente en los Encuentros de Cronistas e Historiadores Guariqueños que en los últimos años hemos organizado en Valle de
ANTROPÓLOGO GUILLERMO BASS MÉNDEZ
Cronista de Puerto
Considerando que el cronista es en sentido estricto un comunicador de corte antiguo, cuyo hacer proviene de la noche de los tiempos, cuando los estilos literarios aun no se inventaban, en Guillermo Bass-Méndez esta fue una práctica habitual que hizo suya. Práctica adelantada a través de una conversación amena, mediante la cual transmitía experiencias vividas, historias, anécdotas y chistes. Conversación siempre cargada de un sentimiento poco común en estos tiempos que corren, me refiero a la ingenuidad, esa hermosa condición que sólo nos permite ver el mejor lado de las cosas. Condición propia de seres superiores, que siempre se colocan por encima del bien y el mal.
Ese modo de ser le permitió conocer y cultivar muchas amistades, y aquí en el Guárico no fue la excepción. No es casual que siempre lo encontrásemos en cualquier evento de cronistas e historiadores, donde decía sentirse como en su casa, así lo vimos no sólo en Valle de
Con su figura menuda, siempre atento, con la palabra oportuna a flor de labio, aquí en el Guárico, entre las amistades que cultivó están, además de don Italo Jiménez Laya, los doctores Franklin Santaella Isaac, Zoraida Rebolledo de Pérez y Fernando Aular, las profesoras Wanda Rojas de Camero, Nelly Moronta Díaz, Ligia López Puerta, Gema Ortega, Maritza de Michelanelli, Indra Contreras, entre otros. Por Guillermo me hice amigo de los cronistas de Anzoátegui, de don Gustavo Perdomo, Betty Campos, Maximilian Koop, Rafael Dum, Juvenal León, Carlos Ríos, Juan Gil, así como del cronista margariteño, el profesor Heraclio Narváez.
Con especial devoción hablaba Guillermo de su familia guariqueña, en San Juan de los Morros, sus primos los Charmel, la profesora Elizabeth Charmel, y de Valle de
En una biografía de Guillermo Bass-Méndez escrita por el cronista de Lecherías, Maximilian Koop Marcano, lo presenta de la manera siguiente:
“Antropólogo egresado de
La última reunión que tuvimos con Guillermo Bass-Méndez, ocurrió el sábado 28 de febrero de 2009, en el auditorium del Decanato de Postgrado de
Con esta breve reseña solo quisimos reconocer y homenajear a ese hombre, que fue pequeño de estatura, pero grande de corazón, maestro de generaciones, pedagogo de la crónica, y por ende un ser humano siempre al servicio de la humanidad y del porvenir. En consonancia con el pensamiento del insigne maestro don Rómulo Gallegos, nos atrevemos a decir, que con Guillermo Bass-Méndez se cumplió la sentencia que dice: “Tanto más se pertenece uno a si mismo, cuanto más le dedica su obra, su vida toda, al servicio de un ideal colectivo”. De ahí, que no es casual que hayamos comenzado esta pequeña reseña histórica con el convencimiento que: “Cuando muere un cronista, siente dolor la historia, y la musa Clío se viste de luto”.
1 comentario:
no se escuentra disponible en la red las cronicas portocruzanas i y ii de bass mendez
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